viernes, agosto 04, 2006

Con Licencia para Soñar: La Vida de José

GENESIS CAPITULOS 37 AL 45

Introducción
Determinar aspectos tan importantes tales como quien soy y para donde voy son vitales para alcanzar nuestras metas y objetivos como personas.
El siguiente material le va a proveer las herramientas necesarias para que usted determine cuales son los elementos vitales en la construcción de un proyecto de vida, espero que el desarrollo de este tema lo ponga a soñar y a visualizar lo que usted podría llegar a ser

El cuadro correcto del éxito
Entonces, ¿cómo iniciar el viaje del éxito? ¿Qué se necesita para ser exitoso? Se necesitan dos cosas: el cuadro correcto del éxito y los principios correctos para alcanzarlo.
No hay dos personas que tengan el mismo cuadro de lo que es el éxito porque hemos sido creados diferentes, somos individuos únicos. Sin embargo, el proceso es el mismo para todos. Se basa en principios que no cambian. Después de conocer a gente exitosa y de estudiar el tema, he definido el éxito de la siguiente manera:

Éxito es…
Conocer su propósito en la vida,
Crecer para alcanzar su máximo potencial, y
Sembrar semillas que beneficien a los demás.

Con esta definición usted puede ver por qué el éxito es más un viaje que un destino.

Conocer su propósito
Nada puede tomar el lugar del conocimiento del propósito. El millonario industrial Henry J. Kaiser -fundador de Kaiser Aluminium y del sistema de cuidado de salud Kaiser-Permanente- dijo: «Hay una abrumadora evidencia que indica que no puedes comenzar a lograr lo mejor de ti a menos que hayas establecido algún objetivo para tu vida». Dicho de otro modo, si usted no trata activamente de descubrir su propósito, posiblemente gaste el resto de su vida cometiendo errores.
Creo que Dios hizo a cada persona con un propósito. Según el psicólogo Víctor Frankl: «Cada uno tiene su vocación o misión específica en la vida. Cada cual tiene que llevar a cabo una tarea concreta que exige cumplimiento. En esto la persona no puede ser reemplazada ni se puede repetir su vida.

A continuación algunas preguntas que usted puede hacerse para identificar su propósito:
¿Qué estoy buscando? Todos tenemos un poderoso deseo en lo profundo de nuestro corazón, algo que afecta nuestros pensamientos y sentimientos más íntimos, algo que enciende nuestras almas. Algunas personas, desde niños, tienen una fuerte sensación de lo que se trata. A otros, les lleva media vida llegar a descubrirlo. Pero no importa lo que sea, está allí. Usted solo tiene que encontrarlo. (En el próximo capítulo hablaré más sobre el desarrollo del sueño que tiene en su interior).

¿Por qué fui creado? Cada uno de nosotros es diferente. Nadie más en el mundo tiene exactamente los mismos dones, talentos, antecedentes o futuro. Esa es una de las razones por la que sería un grave error tratar de ser alguien distinto a quien usted es.
Piense en su combinación única de capacidades, en los recursos que tiene a su disposición, en su historia personal y las oportunidades que le rodean. Si identifica objetivamente estos factores y descubre el deseo de su corazón, habrá hecho mucho por descubrir su propósito en la vida.

¿Creo en mi potencial? Usted no puede actuar consistentemente en una manera que contradiga la imagen que tiene de sí mismo. Si no cree tener un potencial, nunca tratará de ponerlo en funcionamiento. Si no está dispuesto a trabajar para alcanzar su potencial, no tendrá éxito.

¿Cuándo empiezo? Algunas personas viven sus vidas de día en día, permitiendo que otros dicten lo que hacen y cómo deben hacerlo. Nunca tratan de descubrir el verdadero propósito para su vida. Otros conocen su propósito, sin embargo, nunca actúan en conformidad con él. Esperan la inspiración, el permiso o la invitación para comenzar. Pero si esperan mucho, nunca se van a poner en marcha. Así que la respuesta a la pregunta «¿cuándo empiezo?» es AHORA.

Cómo cultivar su potencial
El novelista H. G. Wells sostuvo que la riqueza, la notoriedad, la posición y el poder no son de ningún modo una medida para el éxito. La única medida verdadera del éxito es la relación entre lo que podríamos haber sido y lo que hemos llegado a ser. En otras palabras, el éxito viene como resultado de la manera en que cultivamos nuestro potencial.
Se ha dicho que nuestro potencial es lo que Dios nos ha regalado, y lo que hacemos con él es nuestro regalo a Dios. Pero al mismo tiempo, nuestro potencial es probablemente el recurso sin utilizar más grande que tenemos. Henry Ford señaló: «No hay hombre viviente que no pueda hacer más de lo que piensa que puede».
Si esto lo describe mejor de lo que le gustaría, probablemente esté listo para dar los pasos para hacer un cambio. A continuación hay cuatro principios que lo pondrán en el camino para cultivar su potencial:

1. Concéntrese en una meta principal
Jamás nadie ha alcanzado su potencial dividiéndose en veinte direcciones distintas. Alcanzar su potencial requiere enfoque. Por eso es importante que descubra su propósito. Una vez ha decidido dónde enfocar su atención, entonces debe decidir a qué cosas debe renunciar para alcanzarlo. Esto es fundamental. No puede haber éxito sin sacrificio. Las dos cosas van de la mano. Si quiere lograr poco, sacrifique poco. Si quiere lograr grandes cosas, esté dispuesto a sacrificar mucho.

2. Concéntrese en un mejoramiento continuo
La dedicación a un progreso continuo es la clave para alcanzar su potencial y tener éxito. Cada día usted puede ser un poco mejor que ayer. Esto lo coloca a un paso más cerca de su potencial. También encontrará que lo que obtiene como resultado de su crecimiento no es tan importante como lo que usted llega a ser a lo largo del camino.

3. Olvide el pasado
Quizás usted haya cometido muchos errores o haya tenido un pasado con muchos obstáculos y especialmente difícil. Ábrase camino a través de ellos y avance. No permita que el pasado le impida alcanzar su potencial.

Piense en Franklin Delano Roosevelt. En 1921, a los treinta y nueve años, sufrió de una caso grave de poliomielitis que lo dejó inválido y sumido en un terrible sufrimiento. Nunca más pudo caminar sin ayuda. Pero esto no le impidió avanzar en la búsqueda de su potencial. Ocho años después fue gobernador de Nueva York, y en 1932, fue elegido presidente de los Estados Unidos.

4. Concéntrese en el futuro
Yoghi Berra, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, dijo: «El futuro no es lo que solía ser». Aunque quizás esto sea cierto, es todavía el único sitio adonde podemos ir. Su potencial está delante de usted, así tenga ocho, dieciocho, cuarenta y ocho u ochenta años. Todavía tiene espacio para mejorar. Mañana usted puede ser mejor de lo que es hoy. Como dice el proverbio: «El que no mira hacia adelante, se queda atrás».

Siembre semillas que beneficien a otros
Cuando usted conoce el propósito de su vida y está creciendo para alcanzar su máximo potencial, está en camino a ser exitoso. Pero hay una parte esencial en el viaje al éxito: ayudar a otros. Sin este aspecto, el viaje puede ser una experiencia solitaria y superficial.
Se ha dicho que nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo que damos. El médico, teólogo y filósofo Albert Schweitzer lo afirmó con mayor ímpetu: «El propósito de la vida humana es servir, mostrar compasión y ayudar a los demás». Para él, el viaje al éxito lo llevó a África, donde sirvió por muchos años.

En su caso, quizás el sembrar semillas que beneficien a otros no significará viajar a otro país para servir a los pobres; a menos que este sea el propósito para que el que usted nació. (Y si es así, no estará satisfecho hasta que lo esté haciendo). Sin embargo, si usted es como la mayoría de las personas, ayudar a otros es algo que puede hacer en su propia nación, sea pasando más tiempo con su familia, ayudando al desarrollo de un empleado que muestra potencial, ayudando a personas en su comunidad, o posponiendo sus deseos por amor a su equipo de trabajo. La clave es encontrar su propósito y ayudar a otros mientras procura cumplirlo. El animador Danny Thomas insistía en que «todos hemos nacido por una razón, pero no todos descubrimos el porqué. El éxito en la vida nada tiene que ver con lo que ganas en ella o logras para ti. Es lo que haces por los demás».

¿A DÓNDE ME GUSTARÍA IR?
La experiencia me ha enseñado que hacemos tiempo y apartamos dinero para las cosas que son más importantes para nosotros. No todas las personas que hacen el viaje de sus sueños tienen cantidades ilimitadas de dinero y tiempo. Hacen el viaje porque lo planificaron previamente y estuvieron dispuestos a pagar el precio exigido para poder ir.

Déjeme hacerle una pregunta similar: Si pudiera ir a cualquier lugar, ¿adónde le gustaría ir? No como vacaciones, sino en su vida. Su respuesta a esa pregunta es importante para determinar si usted tiene o no tiene éxito. Todos vamos de viaje, lo sepamos o no. Viajamos inevitablemente hacia el fin de nuestra vida. Así que la verdadera pregunta para nosotros es si vamos a elegir un destino y encaminarnos hacia él, o si vamos a dejarnos llevar por la corriente, y permitir que otros determinen adónde llegaremos. La decisión es completamente nuestra.

EL PODER DE UN SUEÑO
Creo que cada uno de nosotros tiene un sueño en su corazón. No hablo de querer ganar la lotería. Ese tipo de idea viene del deseo de escapar de nuestras circunstancias presentes, y no del deseo por buscar un sueño del corazón. Hablo de una visión interior profunda que habla al alma misma. Es aquello para lo que hemos nacido. Requiere nuestros dones y talentos. Apela a nuestros más elevados ideales. Enciende nuestro sentido de destino. Está inseparablemente unido con el propósito de nuestra vida. El sueño nos inicia en el viaje al éxito.

Un sueño nos da dirección
¿Ha conocido alguna persona que no tiene idea de lo que quiere hacer en la vida y que a pesar de esto haya sido exitosa? Yo no. Y apuesto que usted tampoco. Todos necesitamos apuntar en alguna dirección. El sueño nos da eso. Actúa como una brújula, y nos dice en qué dirección debemos viajar. Y mientras no hayamos identificado esa dirección correcta, nunca sabremos si estamos progresando. Nuestras acciones probablemente nos lleven hacia atrás en lugar de llevarnos adelante. Si se mueve en cualquier dirección que sea distinta a la de su sueño, perderá las oportunidades necesarias para ser exitoso.

Un sueño aumenta nuestro potencial
Sin un sueño, podemos tener problemas para descubrir nuestro potencial interior pues no vemos más allá de las actuales circunstancias. Pero con un sueño, comenzamos a vernos bajo una nueva luz, como poseedores de un nuevo potencial y capaz de avanzar y crecer hasta alcanzarlo. Toda oportunidad que encontramos, cada recurso que descubrimos, cada talento que desarrollamos llega a formar parte de nuestro potencial para crecer en dirección hacia ese sueño. Mientras mayor el sueño, mayor el potencial. E. Paul Jovey dijo: «El mundo de un ciego está limitado a lo que toca; el mundo del ignorante queda dentro de los límites de su conocimiento; el mundo de un gran hombre por los límites de su visión». Si su visión—su sueño—es grande, así será su potencial para el éxito.

Un sueño nos ayuda a establecer prioridades
Un sueño nos da esperanza para el futuro, y además nos da poder en el presente. Hace posible que establezcamos prioridades en todo lo que hacemos. Quien tiene un sueño conoce a lo que tiene que renunciar, con el propósito de avanzar. Puede medir cada cosa que hace según le sirva o contribuya a su sueño. Se concentra en lo que le acerca más a ese sueño y presta menos atención a todo lo que no contribuye a este propósito.

Mantener vigentes todas las alternativas se parece mucho a esto. Al principio, es divertido tener abiertas muchas posibilidades. Parece ser una idea excelente. Pero a medida que transcurre el tiempo, no puede progresar porque dedica todo su tiempo a conservar las alternativas en lugar de usar el tiempo para avanzar.

Cuando tiene un sueño, usted no tiene ese problema. Usted dedica el tiempo y las energías exclusivamente en los «platos» que lo llevan más cerca de su sueño. Puede dejar que los demás dejen de girar y se hagan trizas en el suelo. No tienen importancia. Ese conocimiento le libera tiempo para concentrarse en las pocas cosas que marcan la diferencia, y lo mantienen en el camino correcto.

Un sueño agrega valor a nuestro trabajo
Un sueño pone en perspectiva todo lo que hacemos. Aun las tareas que no son interesantes ni tienen una recompensa inmediata cobran valor cuando sabemos que a larga contribuirán a la realización del sueño. Cada actividad se convierte en una pieza importante de un cuadro más grande. Me hace recordar la historia de un periodista que hablaba de tres obreros de la construcción que ponían concreto en un lugar.

— ¿Qué estás haciendo?—preguntó al primer trabajador.
—Me estoy ganando un cheque—gruñó. Le hizo la misma pregunta al segundo obrero, quien lo miró por encima del hombro y le dijo: « ¿Qué le parece que estoy haciendo? Estoy mezclando concreto».
El tercer trabajador sonreía y silbaba mientras trabajaba.
— ¿Qué haces?—le preguntó. Dejó lo que estaba haciendo y con entusiasmo dijo: «Estoy haciendo un hogar para los desamparados». Se limpió las manos y continuó: «Mire, allí estará la cocina. Allá el dormitorio de las mujeres. Allá…»

Los tres estaban haciendo el mismo trabajo. Pero solo el tercero estaba motivado por una visión mayor. El trabajo que hacía cumplía un sueño, y agregaba valor a sus esfuerzos.
Vince Lombardi decía: «Creo firmemente que la mejor hora de cualquier hombre—su mayor realización por sobre todo lo que considera importante—es el momento cuando ha puesto su corazón en una buena causa y queda exhausto en el campo de batalla, victorioso». Un sueño provee la perspectiva que hace posible ese tipo de esfuerzo.

Un sueño predice nuestro futuro
Catherine Logan dijo: «Una visión profetiza lo que puede ser nuestro. Es una invitación a hacer algo. Con un gran cuadro en la mente vamos de un logro a otro usando los materiales que nos rodean como peldaños hacia lo que es más alto, mejor y más satisfactorio. Así llegamos a ser poseedores de valores invisibles que son eternos».

Atrévase a soñar y a actuar sobre ese sueño. Hágalo a pesar de los problemas, circunstancias y obstáculos. La historia está llena de hombres y mujeres que enfrentaron la adversidad y, a pesar de ello, alcanzaron el éxito. Por ejemplo, el orador griego Demóstenes ¡era tartamudo! La primera vez que quiso hablar en público la gente se le rió en la cara. Pero él tenía el sueño de ser un orador destacado. Siguió ese sueño y creció para lograr su potencial. Se dice que se ponía piedrecillas en la boca y procuraba hablar superando el sonido de las olas que rompían contra la playa. Su persistencia tuvo recompensa. Vivió su sueño: llegó a ser el orador más destacado del mundo antiguo.

ETAPAS EN EL DESARROLLO
DE UN SUEÑO
A continuación, las etapas en el desarrollo de un sueño exitoso, según mis experiencias y observaciones personales:

Lo pensé
Todo el proceso comienza con la semilla de una idea, una visión que nace de un deseo del corazón. Muchas personas descubren su sueño en una idea repentina luego de trabajar en una rama laboral por años. Algunos lo reciben mientras oran. Otros son motivados por algún acontecimiento del pasado. Quizás usted ya haya experimentado la fase «Lo pienso» y haya descubierto su sueño. Si no es así, lea los siguientes cinco pasos que le ayudarán a quitar lo que sobra y a descubrir (o perfeccionar) su sueño:

1. Crea en su capacidad de lograr el éxito
2. Deshágase de su orgullo
3. Cultive un descontento constructivo
4. Escape del hábito
5. Equilibre la creatividad con el carácter

Lo capté
En el momento que usted descubre su sueño—aquello para lo que fue creado—es una experiencia increíble. Pero eso solo no basta para emprender el viaje al éxito. El desarrollo de un sueño exitoso es un proceso. El paso siguiente del desarrollo requiere que usted invierta emocionalmente en su sueño. Necesita crecer más allá de sus pensamientos y entrar en sus sentimientos.

Lo busqué
Un antiguo proverbio dice: «Del dicho al hecho va un gran trecho». Mucha gente tiene sueños. Muchos tienen fuertes emociones al respecto. Pero lo que separa al desarrollador de un sueño exitoso de un mero soñador es el compromiso con la acción. Entre las etapas de «lo tengo» y «lo busqué», los sueños no mueren, solo se disipan. Se necesita hambre, tenacidad y compromiso para ver que un sueño progresa hasta ser una realidad. Una vez que haya descubierto su sueño, sígalo.

Algunos lo atacaron
Si un sueño corre el riesgo de disiparse antes de la etapa «lo busqué», entonces el peligro luego de esa etapa es que sea repentinamente derribado. En sus primeras etapas, un sueño es algo increíblemente frágil. Como lo expresa el experto en liderazgo, el consultor administrativo y amigo Bob Biehl: «Los sueños son como burbujas de jabón flotando cerca de rocas afiladas en un día ventoso».

Lo logré
La mayoría de las personas no tienen idea de lo cerca que han estado de alcanzar y vivir su sueño, de llegar a la etapa de «lo tengo». El éxito se alcanza en centímetros no en metros.
Su capacidad de vivir su sueño puede estar más cerca de lo que usted piensa. Usted necesita dedicación y perseverancia. Tiene que sobrevivir a las dudas y críticas de la gente más cercana, pero puede sin duda puede llegar a la etapa de «lo tengo». Y cuando lo hace.

Otros lo combatieron
Desdichadamente, no todo el mundo querrá celebrar con usted cuando su sueño comience a ser realidad. Encontrará que la gente se clasifica en dos grupos:
• Los que combaten el fuego: Estas personas quieren apagar el fuego que siente por su sueño. No importa lo que usted quiera, ellos están en contra. Por la manera que este tipo de personas critica todo, podría pensar que les pagan por ello. Y nada que usted haga o diga podrá hacerlos cambiar.
• Los que avivan el fuego: Hay personas que quieren ayudarle y están dispuestas a hacer lo que puedan para hacer que las llamas de su éxito se eleven lo más alto posible.
Cuando usted está tratando de alcanzar su sueño, se sorprenderá algunas veces por las personas que quieren avivar su fuego y las que lo quieren sofocar. Permítame contarle una historia graciosa que ilustra vívidamente este punto. Un pajarito canadiense decidió que era un problema demasiado grande viajar al sur para el invierno. Se dijo: «Puedo desafiar al invierno. Muchos otros animales lo hacen. No puede ser tan difícil». Cuando todas las demás aves emprendieron en bandadas el viaje hacia la asoleada América del Sur, este pajarito se quedó a esperar el invierno.

Hacia fines de noviembre, estaba pensándolo de nuevo. Nunca había sentido tanto frío, y no podía encontrar alimentos. Finalmente se quebrantó y comprendió que si no salía pronto de allí, no iba a logra pasar el invierno. Entonces empezó su solitario vuelo hacia el sur. Después de un tiempo comenzó a llover. Antes que se diera cuenta, el agua se estaba convirtiendo en hielo en sus alas. En su lucha, se dio cuenta que no podría seguir volando. Sabía que iba a morir, así que dejó de aletear y se estrelló contra el suelo junto a un granero.

Estaba allí medio aturdido cuando pasó una vaca sobre él y plop, vació su intestino sobre la pobre avecilla. El pajarito estaba completamente disgustado. Aquí estoy, pensó, muerto de frío. Voy a morir. Estoy por dar mi último aliento y entonces me cae esto encima. ¡Qué horrible manera de morir!

El pajarito contuvo el aliento y se preparó para morir. Pero después de dos minutos descubrió que estaba ocurriendo un milagro. Se estaba calentando. El hielo de sus alas se estaba derritiendo. Sus músculos se desentumecieron. La sangre fluía nuevamente. Comprendió que después de todo iba a sobrevivir. Estaba tan contento y feliz que comenzó a cantar una gloriosa canción.

En esos momentos, el viejo gato montés de la granja, que estaba echado en el heno lo oyó cantar. No lo podía creer; no había oído algo igual desde algunos meses, y se dijo: «¿No es un pájaro? Pensé que todos se habían ido para el sur por el invierno».

Salió del granero, miró hasta que vio donde estaba el pajarito. Se acercó y lo sacó suavemente del desecho de la vaca, lo limpió… ¡y se lo comió!
Hay tres moralejas en este cuento: (1) No todo el que te ensucia es enemigo; (2) No todo el que te limpia es tu amigo; (3) si alguien te ensucia, calla.

Lo mismo puede aplicarse a usted mientras trata de realizar su sueño. Algunas personas que se consideran amigos pelearán contra su éxito. Otros lo apoyarán de una manera no esperada. Pero no importa quién lo critique ni cómo lo haga, no permita que nadie le desenfoque de su sueño.
Lo enseñé

Vale la pena dar a conocer a otros todo sueño que sea digno de vivirse. Después de todo, eso es en gran medida lo que significa ser exitoso. Pero no todos lo ven así. He observado que cuando la gente descubre su sueño reacciona de una de dos maneras. Algunos esconden su sueño y lo conservan para sí. Cuando lo hacen, su sueño se encoge. Debido a que no lo han compartido tienen que mantenerlo por sí mismos. Todo depende de ellos. No buscan la ayuda de otros, los beneficios del trabajo en equipo ni el gozo de compartir las bendiciones.

Pero la persona que comparte su sueño lo verá crecer. La fuerza de las ideas compartidas suele llevarlas a un nivel completamente nuevo. El sueño se hace más grande que lo que la persona que lo lanzó imaginó que podría ser. Y los demás que participan en él suelen adoptarlo como propio.
Otros lo compraron

Si usted vive su sueño y lo comparte exitosamente, otros lo comprarán. La gente tiene deseos de seguir a un líder con un gran sueño. Ahora más que nunca, la gente busca héroes. Desafortunadamente, muchos los están buscando en sitios que seguramente los dejarán desilusionados: en los deportes, la música, el cine y la televisión. Pero los verdaderos héroes son líderes que pueden ayudar a otros a alcanzar el éxito, personas que llevan a otros consigo. Y todo comienza con un sueño. Como dijo Winifred Newman: «Una visión es lo que el mundo necesita con más desesperación. No hay situaciones sin esperanza; solo hay personas que piensan sin esperanzas».

Tengo un sueño
La historia nos dice que en toda era llega el momento en que los líderes deben pasar adelante para hacer frente a las necesidades del momento. Por lo tanto, no hay ningún líder potencial que no tenga la oportunidad para una mejor humanidad. Los que lo rodean tienen el mismo privilegio. Afortunadamente, creo que Dios me ha rodeado con las personas que aceptarán el reto de este momento.

Mi sueño me permite…
• Renunciar en cualquier momento a todo lo que soy para recibir todo lo que puedo llegar a ser.
• Sentir lo invisible para poder hacer lo imposible.
• Confiar en los recursos de Dios pues el sueño es más grande que todas mis habilidades y capacidades.
• Continuar cuando estoy desalentado, porque donde no hay fe en el futuro, no hay poder en el presente.
• Atraer ganadores porque los grandes sueños atraen a grandes personas.
• Verme a mí mismo y a mi gente en el futuro. Nuestro sueño es la promesa de lo que seremos algún día.

Sí, tengo un sueño. Viene de Dios. Es mayor que todos mis dones. Es tan grande como el mundo, pero comienza con uno. ¿Te unirías a mí?

SIGA EL SUEÑO
Si aún no ha descubierto su sueño, probablemente comprenda lo mucho que se ha estado perdiendo. Un sueño le dará una razón para avanzar, un camino a seguir y un blanco que alcanzar. Además, Yoghi Berra dijo: «Si no sabes hacia dónde vas, podrías llegar a otro lugar». ¿No dirías que ya es hora de empezar?
No hace mucho, vi. en televisión una entrevista en que Mike Wallace entrevistaba a un guía serpa del Nepal que ayudaba a los escaladores a alcanzar la cumbre del Monte Everest.
— ¿Por qué lo hace?—preguntó Wallace.
—Para ayudar a otros a hacer algo que no pueden hacer por sí mismos—respondió el guía.
—Pero hay tanto riesgo, tantos peligros—dijo Wallace. — ¿Por qué insiste en llevar gente hasta la cumbre de la montaña?
El guía sonrió y dijo: —Es obvio que usted nunca ha estado en la cumbre.
Llegar a la cumbre requiere de un sueño y un firme compromiso. Mientras mayor el viaje, más comprometido tiene que estar para tomarlo. Mientras usted se prepara para continuar su viaje al éxito, comprométase a descubrir su sueño y a seguirlo
Compromiso con el viaje al éxito
Hoy hago el compromiso de ser exitoso. Reconozco que el éxito es un proceso, no un destino.

Descubriré mi sueño y haré lo que pueda para…
Conocer mi propósito en la vida,
Crecer para alcanzar mi máximo potencial, y
Sembrar semillas que beneficien a otros.

Aunque el camino esté lleno de baches, y requiera que aprenda un nuevo modo de ver la vida, haré cuanto sea necesario y perseveraré. Emprenderé el viaje al éxito.
Firma ____________________________ Fecha ____________________________

El potencial para la grandeza vive en cada uno de nosotros. La clave para alcanzar la grandeza se encuentra al descubrir nuestro sueño y luego desarrollarlo.


© Carlos Ríos

1 comentario:

Anónimo dijo...

es aletador animar a personas como yo k nos estamos decidiendo a tomar nuestros sueño(METAS)TENGO UNO EN MIRA Y DESEO REALIZARLO GRACIAS X SU DESEO DE TAMBIEN AYUDAR.