“Más él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron”. (Marcos 16:6)
Cuando pensamos en la tumba vacía, el desafío más grande que tenemos es el borrar de nuestra mente la imagen de un Cristo muerto, dando paso al Jesucristo resucitado, quien ha transformado la vida de muchos y lo sigue haciendo aun después de mas de 2000 años de su muerte y resurrección.
Muchos cristianos viven con la primera imagen, la que ven en las películas, y esto les impide vivir una vida de milagros, señales y prodigios.
Desarrollo
A. Impedimentos para vivir la resurrección
1. Las piedras (Marcos 16:2-5)
”quien nos moverá la piedra". No había piedra, pero aun estaba puesta en la mente y en el corazón de estas mujeres.
"Vieron removida la piedra". La piedra no se quita para que salga Cristo, se quita para que yo entre, compruebe y crea que esta vacía.
Es necesario tomar la decisión de creer que la tumba esta vacía y que Jesucristo vivo es quien a sanado a muchos y quien puede y quiere sanar nuestras vidas.
2. La falta de comunión con el Espíritu Santo (Juan 20:6-7)
"el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús...enrollado en un lugar aparte".
La unción viene sobre la cabeza del rey. El poder del Espíritu Santo que operó en la resurrección actúo sobre la cabeza, esa es la explicación para el cuidado con el sudario, diferente a los demás lienzos.
El Espíritu Santo es quien nos da a conocer al Padre y al Hijo, y todo lo que su obra representa en nuestra vida, por ello, cuando no tenemos compañerismo, ni sociedad con el Espíritu Santo, nuestra vida carece de poder y autoridad. (Juan 16:13).
B. Requisitos para experimentar la resurrección
Para experimentar la identificación con Cristo en la resurrección, se necesita una desprogramación de la mente y una reprogramación de acuerdo a las verdades de Dios y su palabra. (Juan 14:12).
1. Renovando nuestra forma de pensar
Vivamos no por la realidad, sino de acuerdo a la verdad de Dios, creyendo lo que el nos ha prometido.
2. Cambiando mí forma de actuar
Moverme de acuerdo a la fe, no según las circunstancias que casi siempre son opuestas a lo que el Señor nos ha prometido, viendo las cosas que no son como si ya fueran. Esto me lleva a vivir como un resucitado.
C. Resultados de la resurrección (Juan 20:20)
"les mostró las manos y el costado".
Los discípulos no vieron heridas, solo las marcas que dejaron esas heridas. Cuando se vive la resurrección, ya no hay heridas, sólo marcas y éstas ya no duelen, no sangran, no producen lastima. Los conflictos son sanados en la resurrección, ya no duele el pasado, sino que se abre una puerta a la esperanza y la fe.
Aplicación Teoterápica
Al pensar en la tumba vacía debemos experimentar como nuestra vida es transformada en otra totalmente distinta, donde los imposibles no existen, donde cosas mayores que las que Jesucristo hizo podemos ver y hacer porque lo hacemos en el nombre de aquel que un día fue sepultado, pero que resucitó y vive en nosotros.
© Centi
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