viernes, agosto 04, 2006

El Apostol Pablo nos amplia nuestra Visión como Hijos de Abraham

(Tomado del Libro: Serie Conquista: Módulo 3 ‘Las Raíces y la Conquista’ 2da ed., páginas 139-146, con permiso del editor)


• Abraham, el padre de la fe

En su explicación de la justificación por medio de la fe, el apóstol Pablo en el capitulo 4 de Romanos, nos amplía el ejemplo de Abraham, el padre de la fe.

Entonces,“Qué diremos en el caso de nuestro antepasado Abraham’? . . . ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado? ¡ Antes y no después! Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a éstos se le toma en cuenta su fe como justicia.” (Romanos 4: 1, 10-12).

Abraham recibió la promesa estando en la incircucisión, no en la circuncisión, pues ésta solo sería una señal. A la luz del apóstol Pablo, comprendemos que la circuncisión es la del corazón. Esto implica ya no hacer nuestra voluntad sino la de Dios; a través de esta, mi pasado, “real” ya no opera, sino mi pasado “verdadero“, a la luz de la revelación de Dios.

¿Qué hizo Abraham ante la promesa dada por Dios? “Contra todo esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo, llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: ‘¡Así de numerosa será tu descendencia!’”. Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, púes ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio glorias a Dios, plenamente convencido de que Dios tenia poder para cumplir lo que había prometido. (Romanos 4: 18-21) .

Hay tres cosas que Abraham hizo, y al imitarlas, estamos haciendo sus obras:

* Creyó en esperanza contra esperanza (v.18). Eso es lo que pide nuestro padre celestial, que le creamos “ingenuamente”. Muchos calificarían la actitud de Abraham, de salir de su tierra a una tierra desconocida, como un acto de irresponsabilidad; pero a los ojos de Dios fue aprobado. Le creyó a Dios y él lo respaldo. Es imposible que seamos “padre de muchas gentes” viviendo bajo la lógica y calculadoramente. Como Abraham, estamos llamados a vivir por fe.

* Se fortaleció en fe (v.20). Su fortaleza no era su lógica, ni lo sus ojos veían o lo palpaban sus manos. Todos tenemos un punto de partida. La pregunta es ¿dónde deposito yo mi fe?¿en mi lógica o en la promesa de Dios?

* Estaba plenamente convencido de la promesa (v 21). Necesitamos estar plenamente convencidos de que venimos de Abraham, para que de acuerdo con la fe, podamos alcanzar la promesa que viene de Dios. Nuestro padre en la fe [Néstor Chamorro P.] se fue a la presencia de Dios, plenamente convencido del mandato superior. Aunque él partió al cielo, el mandato superior se quedó aquí; la vara de Aarón que reverdeció se quedó en esta familia de la fe. Necesitamos volver a nuestras raíces, para estar plenamente convencidos que dios ya nos ha entregado las herramientas necesarias, y nos seguirá implementando para cumplir la gran comisión en esta generación.

Hay dos cosas que no hizo Abraham:

* No se debilitó en la fe (v19). Ni las circunstancias, ni la esterilidad de su mujer, debilitaron la fe de Abraham. Según la Biblia, un hombre de fe no se debilita ni aun por su propio cuerpo, sino que se fortalece cada día, pues es hijo de Abraham al estilo de Isaac.

* No dudo (v 20). Si somos hijos de Abraham no dudaremos ni nos debilitaremos, creeremos en esperanza contra esperanza; solo entonces, podremos hacer las obras de nuestro padre Abraham y de nuestro padre en la fe, Néstor Chamorro.


• Somos participantes de la raíz santa

En Romanos, capitulo 9, Pablo nos aclara que no todos los que desciendes de Israel son Israelitas. “Ahora bien, no digamos que la palabra de Dios ha Fracasado. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel. Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos. Al contrario “Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac”. En otras palabras, los hijos de Dios no son los descendientes de naturales; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa. Y la promesa es está: “Dentro de un año vendré, y para entonces Sara tendrá un hijo”. (Romanos 6: 9-6).
Los descendientes de Abraham son los hijos según la promesa. Por esto, estamos llamados a vivir no según la carne, sino según la promesa.

En este contexto, en el que el apóstol Pablo nos habla del hijo de promesa que es Isaac, nos dice que si las primicias son santas, también lo es la masa restante. Si la raíz es santa también lo son la ramas. “Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre la otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo. Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y si te jactas de ello, ten en cuenta que tu no eres quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti. Tal vez dirás: ‘Desgajaron unas ramas para que yo fuera injertado.’ De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tu por la fe te mantienes firme. Así que no seas arrogante, sino temeroso. (Romanos 11:17-20).
No hay motivo de jactancia, pues fue Dios quien me puso ahí y es la raíz santa la que nos sustenta. Unas ramas han sido quitadas, otras han sido injertadas, pero la raíz es la misma.

Como lo dice Juan 15: 1-5, la raíz esta ahí; pero no lo debemos dar por hecho, pues la rama puede ser desgajada. Cuando dependemos de la raíz, permanecemos injertados, y día tras día, año tras año estaremos trabajando para que muchos sean “injertados”. De eso se trata la Gran Comisión: “injertar” mas personas dentro del olivo, para que nutran de esas raíces. No es sembrar un olivo, pues se moriría, es injertar al olivo que ya tiene raíces.
Cuando un hijo o siervo de Dios, se llena de soberbia y jactancia. Busca protagonismo, y anda buscando al predicador que habla mas bonito, o al que tenga una teología mas profunda, o quien mas levante la voz. Esa fue una triste realidad en la iglesia de Corinto; rivalizaban para ver quien hablaba mas en lenguas, quién tenía más profecía, perdiendo de vista sus raíces.


• Si somos de cristo, somos linaje de Abraham

Los que son de fe, son bendecidos con el creyente de Abraham. “Así fue con Abraham: le creyó a Dios, y esto se le tomó como en cuenta como justicia”.
Por lo tanto sepan que lo descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe. En efecto, la escritura, habiendo previsto que Dios justificaría por la fe las naciones, anunció de antemano el evangelio a Abraham: “‘Por medio de ti serán benditas todas las naciones’. Así que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham, el hombre de fe.” (Gálatas 3:6-9).

La simiente de Abraham es Cristo y es en él en quien se cumple y se ratifica la promesa. “Ahora bien, las promesas se le hicieron a Abraham y a su descendencia. La escritura no dice: ‘y a los descendientes’ como refiriéndose a muchos, sino: ‘y a tu descendencia’, dando a entender uno solo, que es cristo. Lo que quiero decir es esto: La ley que vino cuatrocientos treinta años después, no anula el pacto que Dios había ratificado previamente; de haber sido así, quedaría sin efecto la promesa. Si la herencia se basa en la ley, ya no se basa en la promesa; pero dios se la concedió gratuitamente a Abraham mediante una promesa.” (Gálatas 3:16-18).

Con el advenimiento del Espíritu Santo no desaparece el Dios de Abraham. Al contrario su presencia en nuestras vidas es el cumplimiento de la promesa dada a Abraham . “Así sucedió, para que por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.” (Gálatas 3:14).

Si somos de Cristo, somos linaje de Abraham y herederos según la promesa; donde Dios nos coloque, llevaremos la bendición de dios con nosotros. El pueblo judío se ha apropiado de esto, por eso, donde quiera que van, son prosperados. (Gálatas 3:29).


© Jimmy Chamorro C.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

desde que recibí el tema, no hago sino pedirle perdón a Dios por haber pensado que sería de lo más aburridor, pero en realidad fué espectacular y a demás el lider que predicó lo hiso de una forma que hufff... el un super tema se los recomiendo

Anónimo dijo...

hola ha todos los jovenes, esperamo que cada dia el señor los bendiga mas y les cumpla los anelos de su corazon, desde sincelejo - sucre les enviamos nuestros, saludos,y mil abrazos
atentemente:
M.J.C sincelejo - centro